viernes, 12 de diciembre de 2014

Que ingenua fui.

Que ingenua fui
creyendo tus palabras
negándome la realidad
tenerte cerca era un sin vivir.

Maldito ladrón de sueños
robándome  las ilusiones
al caer la venda de mis ojos
descubrí a  un ser  ruin.

Convertida en tu marioneta
movías los hilos a tu antojo
buscándome  por hastío
desaparecías tras nuevas presas.

Ahora llamas a mi puerta arrepentido
prometiendo la luna
prefiero mi placida soledad
a tu tormentosa compañía.
Magda Lluna
©Derechos reservados

2 comentarios:

  1. Este poema me encanta porque aunque aun hay nostalgia y dolor, La dignidad triunfa por sobre todo ello. Felicidades!!! Muy de nuestros tiempos, un tema que sucede mas de lo que QUISIÉRAMOS. ENCANTADA DE LEERTE

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